El cáncer de ovario es el cáncer ginecológico con la tasa de mortalidad más alta en los países desarrollados. Más del 75% de las pacientes se diagnostican en un estadio avanzado de la enfermedad cuando ya tienen implantes tumorales diseminados en la cavidad abdominal, lo que llamamos carcinomatosis peritoneal. La tasa de supervivencia de las pacientes diagnosticadas de un estadio avanzado de cáncer de ovario es del 10-15% a los 10 años y no ha mejorado en los últimos 20.
El tratamiento estándar en los cánceres de ovario avanzado es una cirugía de citorreducción, que consiste en eliminar todos los implantes tumorales visibles dentro de la cavidad abdominal, seguido de quimioterapia. Las pacientes que no pueden ser operadas de entrada, ya que no se podría eliminar todos los implantes tumorales, son tratadas primero con quimioterapia endovenosa, lo que llamamos tratamiento neoadyuvante, para intentar reducir la cantidad de enfermedad y que puedan ser operadas después.
El estudio reciente titulado “Hyperthermic Intraperitoneal Chemotherapy in Ovarian Cancer” es un estudio fase III, multicéntrico, randomizado con nivel de evidencia I publicado en el New England Journal of Medicine, que demuestra que estas pacientes con un estadio avanzado de la enfermedad que no pueden ser operadas de entrada, tratadas mediante quimioterapia endovenosa, y posteriormente cirugía de citorreducción y HIPEC, tienen una supervivencia media de 1 año más respecto a las pacientes que son tratadas únicamente con cirugía de citorreducción tras la quimioterapia. En dicho estudio la HIPEC consistió en la aplicación de quimioterapia intraperitoneal en forma de cisplatino durante una hora a 40 grados de temperatura, en el interior del abdomen, una vez realizada la cirugía completa.
Actualmente, se está evaluando mediante un ensayo clínico la posibilidad de aplicar HIPEC tras cirugía de citorreducción a todas las pacientes diagnosticadas de cáncer de ovario.
La cirugía de citorreducción ha de realizarse siempre por cirujanos expertos en carcinomatosis, así como la aplicación de la técnica HIPEC.
Desde Quenet Torrent Institute, insistimos que las pacientes que presentan un cáncer de ovario deben ser evaluadas por un comité multidisciplinar experto en oncología ginecológica o carcinomatosis peritoneal, el cual podrá aconsejar a la paciente el mejor tratamiento, ofreciendo más esperanza de vida así como calidad de vida.