Los pacientes oncológicos a menudo experimentan desajustes en su estado nutricional debido a una combinación de factores relacionados con la enfermedad en sí, los efectos secundarios del tratamiento y los cambios en el estilo de vida. Analizar el estado de cada persona es importante de cara a equilibrar los desajustes en la nutrición de pacientes con cáncer.
¿Cuáles son los desajustes nutricionales que puede tener un paciente con cáncer?
A continuación, detallamos los principales motivos por los que un paciente oncológico sufre desajustes nutricionales:
Efectos generales del cáncer en la alimentación
Pérdida de apetito. El cáncer puede afectar el sistema nervioso, liberando sustancias que disminuyen el apetito (anorexia). Además, la inflamación y el estrés causados por el tumor pueden disminuir el deseo de comer.
Metabolismo alterado. Algunos tumores liberan sustancias que afectan el metabolismo, aumentando la tasa metabólica y haciendo que el cuerpo utilice más energía en reposo. El resultado puede ser la pérdida de peso.
Dificultades para tragar. Los tumores que afectan el esófago, la boca o la garganta pueden dificultar la deglución (disfagia) y, en consecuencia, reducir la cantidad de alimentos que el paciente puede ingerir.
Cambios derivados del tratamiento oncológico
Efectos secundarios del tratamiento. La quimioterapia, la radioterapia y otros tratamientos contra el cáncer pueden causar múltiples efectos. Náuseas, vómitos, diarrea y dolor… son algunos de ellos, lo que dificulta la ingesta adecuada de alimentos y nutrientes.
Cambios en la dieta y estilo de vida. Durante el tratamiento del cáncer, los pacientes pueden enfrentarse a restricciones dietéticas, y algunos pueden evitar ciertos alimentos por temor a que empeoren la enfermedad.
Cambios en el gusto y el olfato. La terapia contra el cáncer puede alterar las papilas gustativas y el sentido del olfato. Esto puede conllevar una disminución del placer al comer y a una aversión a ciertos alimentos.
Desajustes en el cuerpo
Cambios en la absorción de nutrientes. Algunos tipos de cáncer o tratamientos pueden afectar la capacidad del cuerpo para absorber nutrientes, lo que conduce a deficiencias nutricionales.
Aumento del gasto energético. El cáncer y algunos tratamientos pueden aumentar la demanda de energía del cuerpo, lo que requiere un mayor consumo de calorías y nutrientes.
Pérdida de masa muscular. Algunos tipos de cáncer pueden llevar a la caquexia, que es una pérdida grave de masa muscular y grasa corporal. Esto empeora la malnutrición y debilita aún más al paciente.
Causas emocionales y sociales
Depresión y ansiedad. El diagnóstico de cáncer y la experiencia del tratamiento pueden tener un gran impacto emocional en los pacientes, lo que puede afectar su apetito y sus hábitos alimenticios.
Problemas emocionales y sociales. La enfermedad puede afectar el estado de ánimo y la interacción social del paciente. Ello puede influir en su disposición para comer y cuidar adecuadamente su nutrición.
Contar con la atención adecuada
Es importante que los pacientes con cáncer reciban una atención nutricional adecuada y un seguimiento constante de su estado nutricional. El objetivo es abordar estos desajustes y mantener una dieta equilibrada durante el proceso de tratamiento y recuperación.
Los servicios de nutrición clínica y el apoyo emocional son fundamentales para ayudar a los pacientes a enfrentar los desafíos relacionados con la alimentación y la nutrición durante su lucha contra el cáncer.