Los sarcomas de tejidos blandos son una enfermedad en la que se forman células malignas cancerosas en los tejidos blandos del cuerpo, como los músculos, los tendones, la grasa, los tejidos profundos de la piel, los vasos sanguíneos, los vasos linfáticos, los nervios y los tejidos que rodean las articulaciones.
Aunque pueden formarse en cualquier parte del cuerpo, las partes más comunes son la cabeza, el cuello, los brazos, las piernas, el tronco, el abdomen y el retroperitoneo. Puede haber tumores de tejidos blandos benignos, intermedios o malignos. Cuando hablamos de sarcomas, nos referimos a los tumores malignos.
Según datos publicados por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), los sarcomas de tejidos blandos representan aproximadamente un 1% del total de los tumores malignos, siendo responsables del 2% de la mortalidad por cáncer. En la Unión Europea se estima que se presenta con una incidencia de 5 casos nuevos al año por cada 100.000 habitantes.
Esperanza de vida
La tasa de supervivencia general a 5 años para el sarcoma de tejidos blandos es alrededor del 65%. Sin embargo, la esperanza de vida varía según el estadio del cáncer:
- Alrededor del 60% de los sarcomas se encuentran como sarcoma localizado, es decir, que el tumor solo se encuentra en una área del cuerpo y la tasa de supervivencia a 5 años es del 81%.
- En los sarcomas que se encuentran en un estadio localmente avanzado (el 19% aproximadamente), la tasa de supervivencia a 5 años es del 57%.
- Alrededor del 15% de los sarcomas se encuentran en estadio metastásico, es decir, que el cáncer se ha propagado a partes distintas del cuerpo. La tasa de supervivencia a 5?años para las personas con sarcoma metastásico es del 16%.
Tratamiento
El tratamiento de los sarcomas de tejidos blandos está determinado en gran medida por la fase de la enfermedad, el tamaño del tumor y el grado en que si el cáncer se ha propagado a otras partes del cuerpo.
La cirugía es el tratamiento principal de los sarcomas de tejidos blandos cuando se encuentran localizados. La extirpación quirúrgica consiste en extraer el tumor sin romperlo con un margen de tejido sano lo suficientemente amplio a su alrededor con el fin de disminuir el riesgo de recaída local.
La radioterapia también se puede usar como complemento a una cirugía para sarcomas de tejidos blandos, en particular cuando el tumor es voluminoso, de localización profunda y de grado elevado. En cambio, la quimioterapia puede aplicarse antes de la cirugía de un sarcoma localizado cuando sea de difícil operación con el objetivo de obtener una disminución del tamaño tumoral, lo que facilitará la extirpación quirúrgica.
Con el fin de asegurar el éxito de la cirugía, el tratamiento de los sarcomas de tejidos blandos debe realizarse por un equipo oncológico especializado en el tratamiento de sarcomas. Quénet Torrent Institute cuenta con cirujanos especializados en el tratamiento de estos tumores y está fuertemente vinculado con una red de colaboración internacional que aplica los tratamientos más innovadores[8] .
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